Saw II (2005)




Un hombre despertó en una oscura habitación sentado a una silla. Sobre su cabeza tenía un dispositivo metálico, alrededor de su cuello. Una televisión se encendió, en la cuál apareció el payasito de ventrílocuo del asesino Jigsaw, quién le dijo que en dos minutos la máquina se va a cerrar sobre su cabeza, matándolo instantáneamente. Le dijo que la llave estaba dentro de su ojo, y para obtenerla, debía cortárselo con un bisturí. El hombre, desesperado, comienza a pedir ayuda a gritos, pero nadie acude. Tomó el bisturí, pero fue incapaz de cortarse el ojo. Finalmente, los dos minutos pasaron y la máscara se cerró. 



En otra parte, el detective Eric Matthews fue a buscar a su hijo Daniel a la comisaría, pues había cometido un delito callejero. En la calle, ellos tienen una pequeña discusión, y Daniel, dijo que se iba a ir a vivir con su madre, pues estaban separados. A la noche, Matthews arrepentido llamó a Daniel para pedirle disculpas, pero nadie contestó. Mientras dormía, sonó el celular, pero era su compañera Kerry que le dijo que un informante suyo que estaba infiltrado con unos drogadictos había sido asesinado por Jigsaw. Era Michael, el hombre de la máscara de la muerte. En la escena del crimen, había un mensaje escrito con sangre que decía: “Busque más de cerca, detective Matthews”. 



Furioso, el detective hace caso omiso al mensaje y discute con Kerry. Mientras dormía, Matthews recordó que la máscara de Michael tenía la marca de la fábrica de aceros “Wilson Steel”; y por eso le decía que mire más de cerca. Junto con el equipo de los SWAT, Matthews y Kerry se dirigen a la fábrica. Allí, dos oficiales mueren en una trampa que activó Jigsaw.
 


El sargento Rigg intentó retroceder, pero Kerry, la experta de Jigsaw, lo hizo avanzar. En el piso superior, encontraron a Jigsaw con una máscara de oxígeno, quien no opuso resistencia. Pero cuando lo iban a arrestar Jigsaw le dijo a Matthews que debía solucionar un problema en la habitación de la otra parte. Cuando entró, el detective observó unos monitores, en uno de los cuáles estaba su hijo con otras siete personas desconocidas, aparentemente en una trampa planeada por el psicópata. Loco, Matthews interroga a Jigsaw sobre el paradero de su hijo. Pero el demente le dijo que era el problema que debía solucionar en tan sólo dos horas, pues pasado ese tiempo, Daniel moriría a causa de un veneno que había en la casa. En ese lugar, todos los cautivos habían despertado, excepto una mujer. Nadie tiene idea de cómo llegó allí ni de cómo salir. Estaban encerrados en el sótano de la casa. A todos les faltaba el aire a causa del veneno. En el medio del sótano había una misteriosa caja fuerte. La mujer que estaba dormida despertó y dijo que era Amanda, la única sobreviviente a los juegos de Jigsaw. Ella les dijo quién los metió y comenzó a buscar la radio que les dejaba a sus víctimas. Al encontrarla, la siniestra voz les dijo que el veneno los matará en dos horas, y que su única salvación era el antídoto, los cuáles estaban ocultos en la casa. También les dijo que todos ellos tenían algo en común y que la X marcaba el lugar de esa pista. Por último, les advirtió que en la caja fuerte del sótano había un antídoto, y que la combinación estaba detrás de sus mentes y que para el orden debían pensar en el arco iris. Aparentemente, nadie entendió la última pista. Al lado de la radio había una llave con un mensaje, que decía que no intenten abrir la puerta con ella. Un traficante de drogas llamado Xavier junto con un malversador, ambos secuestrados en la casa, no hacen caso y giran la llave. El malversador miró para el otro lado en el agujero de la pared, sólo para ver a una pistola, que no tardó en acercarse a su ojo y volarle la cabeza. Todos gritan, asustados, pues el malversador había muerto. Jonás, otra víctima, comenzó a interrogar a Amanda, pero ella aparentemente no sabía nada más.

 
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